Salimos de expedición tras los pasos de Sir. Ernest Shackleton…

Shackleton fue un explorador polar irlandés y una de las principales figuras de la conocida como Edad heroica de la exploración de la Antártida.

Su primera experiencia en las regiones polares fue como tercer oficial de la Expedición Discovery (1901-1904) del capitán Scott, de la cual tuvo que regresar prematuramente por motivos de salud. En enero de 1909 él y sus tres compañeros hicieron una marcha que les llevó al punto más meridional jamás hollado por el hombre en la Antártida, en la latitud 88° 23′ S, a unos 190 km del Polo sur. Por este logro, a su vuelta a casa, Shackleton fue nombrado sir por el rey Eduardo VII

Al acabar la carrera por la conquista del Polo Sur con la victoria del noruego Roald, Shackleton centró su atención en lo que consideró el último gran objetivo de los viajes en la Antártida: cruzar el continente helado de punta a punta pasando a través del polo. Sin embargo, la mala suerte se cebó con la empresa cuando su barco, el Endurance, quedó atrapado en una banquisa de hielo que lo fue aplastando lentamente y lo acabó hundiendo. Los exploradores estuvieron aislados más de dos años, pero gracias a la habilidad de su líder consiguieron regresar todos con vida del continente helado, una hazaña que llevó a Shackleton a ser considerado un héroe. Siempre será recordado como alguien que, en circunstancias extremas, mantuvo unido a su equipo en una historia de supervivencia, descrita por la historiadora Stephanie Barczewski como «increíble» en su libro “Atrapados en el Hielo”.

En el año 2.002, mis padres (Lola y Ventura) me regalaron un maravilloso ejemplar de tapa dura de este libro, repleto de fotografías e historias inspiradoras. Desde entonces Shackleton ha sido uno de mis referentes, pues a pesar de que sus expediciones han sido un fracaso y que nunca cumplió sus objetivos, han pasado a la historia como en un gran ejemplo de liderazgo, trabajo en equipo y compromiso, ya que siempre regresó con su tripulación sana y salva, y nunca tuvo un motín a bordo.

En el año 2.007 tuve la suerte de poder escalar en Monte Vinson, la montaña más alta de la Antártida y que se encuentra muy cerca del polo sur, y desde entonces soñaba con la posibilidad de visitar las Georgias del Sur, uno de los lugares más remotos y salvajes del planeta y escenario de uno de los capítulos más importantes de “Atrapados en el Hielo”. Además, allí se encentran las montañas con mayor compromiso y exposición a las que un alpinista pueda ascender, pues este pequeño archipiélago se localiza en el Atlántico Sur, muy cerca de la Antártida y la única manera de acceder es navegando ya que no existe la posibilidad de hacerlo con medios aéreos.

Para llegar recorreré en velero los 1.300 km que distan desde las Islas Malvinas hasta las Georgias del Sur navegando durante una semana. Una vez allí, intentaré realizar a pie el recorrido que hizo el aventurero Sir Ernest Shackleton en su búsqueda desesperada por buscar ayuda y salvar a la tripulación del Endurance en 1.914. A su vez, y si la meteorología nos lo permite, intentaremos ascender al Monte Paget (2.935m), cima más alta de la isla y la mayor de los territorios británicos de ultramar.

Se trata de una hazaña cargada de elementos interesantes. En primer lugar por la exposición y compromiso de esta aventura, pues en caso de que tuviéramos algún desafortunado incidente tendremos que ser autónomos y resolverlo por nuestros propios medios, ya que estaremos solos y sin la posibilidad de ser rescatados.

Por otra parte, las Georgias del Sur son conocidas como el “Serengueti del Sur”. A ellas llegan intensas corrientes marinas cargadas de nutrientes en las que afloran grandes bancos de krill, acompañados por toda clase de fauna austral como la mayor colonia de pingüino rey, ballenas jorobadas, orcas, elefantes marinos, focas leopardos y diversidad de avifauna. En este sentido, se trata de uno de los últimos oasis de vida salvaje austral, con mayor valor ecológico que la propia Antártida.

En mi línea de trabajo habitual, llevaré un equipo de filmación para dar forma a un audiovisual y así poder compartir la experiencia a mi regreso, en una serie de conferencias. Este reportaje tendrá un marcado carácter didáctico, centrando el guión en valores como el esfuerzo, la superación, el trabajo en equipo, así como en la importancia de la conservación del patrimonio natural y cultural.

Sin duda alguna se trata de un objetivo deportivo de primer orden para la comunidad alpinista y para todos los amantes de la historia de la exploración y la aventura.

En esta ocasión quiero agradecer la inestimable colaboración del Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna – Organismo Autónomo de Deportes, Gobierno de Canarias y Fundación Cajacanarias.

Recuerda que en intentaré mantenerles informados en mis redes sociales a las que puedes acceder desde aquí.

Mil gracias por seguirme!

Juan Diego Amador